Garajes: los grandes olvidados en la limpieza

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Garajes: los grandes olvidados en la limpieza

La higiene es una preocupación constante tanto en las personas como en los lugares que habita, pero en muchos casos la limpieza de garajes en Madrid es un gran olvidado, ya que es más complicado encontrar uno donde no se acumule la suciedad.

Para proceder a su limpieza, lo primero que hay que hacer es saber el tipo de suciedad que en los garajes podemos encontrar, desde líquidos derramados, residuos grasos, polvo, telarañas y gases tóxicos. Así como otros factores que nos permitirán elegir los productos y utensilios o maquinaria más adecuados, como el tipo de acabado, el número de obstáculos que pueden ser arquitectónicos o de vehículos, etcétera.

Aunque sería recomendable hacer una limpieza frecuente, de una vez a la semana, somos conscientes de que esto no suele ser posible para los propietarios, por lo que aconsejamos que se limpie lo más asiduamente posible los diferentes accesos, para reducir en lo posible la transmisión de suciedad a las zonas de paso peatonales.

Aunque los suelos son los que acumulan más suciedad favorecida por el contacto con las ruedas de los vehículos que previamente han circulado por las diferentes vías al aire libre, también debemos tener en cuenta que las paredes se ven afectadas por los gases, ya que suelen ser espacios con una menor ventilación.

A la hora de limpiar un garaje lo ideal es que esté libre de obstáculos en la medida de lo posible, es decir, que no haya ningún vehículo aparcado en él, ya que esto agilizará el proceso de limpieza y permitirá lograr unos mejores resultados, puestos que debajo de los coches no se puede limpiar, por lo que la suciedad que allí quede se extenderá rápidamente por las zonas limpias.

En Untelsa, como empresa especialista en servicios de limpieza y mantenimiento, entendemos que la elección de los productos combinada con el protocolo a seguir es clave para conseguir los mejores resultados limpieza de garajes en Madrid, por lo que el primer paso sería realizar un barrido industrial, para después aplicar desengrasantes en las manchas de aceite y otros lubricantes que ocasionan los coches con pérdidas, facilitando así su eliminación con un posterior fregado de la superficie.

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